¿Alguna vez os he contado cómo descubrí la existencia de las palomitas de caramelo...?
En el corazón del bosque había un rincón lleno de setas brillantes y árboles altos que susurraban secretos a los vientos. En este lugar especial, vivía una pequeña hada que decidió preparar una deliciosa merienda para todos los habitantes del bosque. Después de pasear entre los árboles y conversar con las ardillas y los pájaros, decidió crear algo tan encantador como el propio bosque: Palomitas de Caramelo Mágico.
Con su varita mágica, el hada tocó unas setas especiales que solo crecían en la luz de la luna llena. Estas setas se transformaron en pequeños cuencos naturales, listos para ser llenados de palomitas de maíz.
El hada sabía que la verdadera magia estaba en el caramelo que fluía como un río dorado en el bosque. Se acercó a un árbol de caramelo, donde las hojas eran de azúcar y los caramelos crecían como frutas jugosas. En verano, el calor del sol los derretía y así se formaban hileras de azúcar fundido de las copas que caían hasta el río, llenándolo y dándole forma. Sin embargo, ahora en invierno era como una placa de hielo. Por eso, con cuidado, recolectó los caramelos del árbol y los derritió en una olla grande sobre un fuego de hojas secas.
Mientras la olla burbujeaba, el aroma dulce envolvía el bosque y atraía a criaturas mágicas de todas partes, entre ellos yo. Los duendes curiosos asomaban sus cabezas, los conejos saltaban de alegría y hasta los búhos dejaron de ulular para disfrutar del dulce perfume.
El hada recolectó los granos dorados, cada uno con la esencia del sol, y los añadió al líquido áureo que había fundido. En ese momento, sucedió algo maravilloso. Las palomitas parecieron cobrar vida saltando por los aires, centelleando y girando como pequeñas luces flotantes, donde se convirtieron en estallidos de blanca
esponjosidad y reluciente caramelo; era un festival de comestibles fuegos artificiales. Los animalitos del bosque se unieron al festín, volviéndose adictos a la deliciosa creación del hada.
Desde aquel día, las Palomitas de Caramelo Mágico se convirtieron en la merienda favorita de todos en el bosque. Y así, entre comilonas, setas brillantes y árboles que susurraban, la magia del caramelo dulce unió a todas las criaturas en un cuento que perduró para siempre.
¡Fue todo un éxito, porque la locura por las palomitas se extendió hasta el mundo de los humanos! Y ahora las hacen de forma inigualable en un lugar al que llaman cines. ¿Qué tal si las hacemos igual pero de forma casera?
INGREDIENTES
🍿 4 cdas. de aceite o 2 cdas. de mantequilla 🍿 100 g. de azúcar 🍿 100 g. de palomitas 🍿 colorante alimentario (opcional)
PASO A PASO
1. Pon una olla o una sartén a fuego medio. Yo lo suelo poner al 5, para evitar que el caramelo o las palomitas se quemen. 2.Echa el aceite o la mantequilla, según prefieras, y deja que se caliente o derrita en su defecto. Después, echa el azúcar. Extiéndelo con una pala para que quede uniforme en el fondo y el calor se reparta mejor. 3. Cuando empiece a coger un tinte dorado porque el azúcar comienza a derretirse puedes añadirle unas gotas de colorante si quieres que tus palomitas cojan color. 4. Echa las palomitas y mezcla con el caramelo para que queden bien impregnadas. Cierra con una tapa y espera alrededor de 1 minuto, que empezarán a explotar. 5. En unos 3 o 5 minutos deberían estar todas listas, si ves que entre cada explosión hay unos segundos es que ya puedes apartar la olla o sartén del fuego y echar las palomitas en un bol.
Ahora solo queda esperar a que enfríen un poco ¡y listas para comer! ¿No es sencillísimo?